dimarts, 19 d’agost del 2014

A veces es difícil alejarnos de alguien a quien queremos, por mucho daño que nos haga. Quizás, la única manera de alejarnos es llegar al punto en el que nos dejen medio muertos por dentro del daño que nos hacen.

dissabte, 7 d’abril del 2012

Porque cuando me besas no puedo evitarlo, se me escapa esa sonrisa, sí esa con la comisura más alta, y a ti de golpe también, y es perfecto, me gustaría plasmarlo en una foto para verla siempre. Sólo quiero enredarme entre tus brazos mientras las horas pasan. Me gusta apoyarme en tu pecho y que me abraces, y empieces a recorrer mi espalda con tus dedos, mientras yo no puedo hacer más que respirar tu perfume. Que me sonrías para luego besarme, morderme los labios y acabar con un par de tiernos piquitos. Recorrer tus labios con mi lengua para darle un toque sensual al beso que te daré a continuación. Morderte y que te quejes de lo tonta que soy, para luego morderme tu y yo quejarme de ese ligero y agradable dolor. Pasar mis manos por tu ancha y perfecta espalda, por tu pecho y esos brazos producto de horas y horas de gym, pero que a mí tanto me gustan, para quitarte la camiseta y así apreciarlo mejor. Que la temperatura suba a la velocidad que aumentan los latidos. Respirar tu mismo aliento mientras somos uno. Y finalmente, rendirnos ante el cansancio y tumbarnos uno frente al otro mientras nos miramos a los ojos y nos damos algún que otro beso. 
Darte un beso desde un sitio más alto y que de improvisto me cojas en brazos, para sentirme más cerca en ese interminable beso. Que me llames fea, para que a la hora de despedirnos, me llames bonita, dandome un beso perfecto, mientras intento mantenerme de puntillas.Y que cuando salgas por esa puerta, ya te desee de nuevo.
Si tú me pides la luna, yo te entrego el universo.

divendres, 30 de març del 2012


Si a ti tonta enamoradiza, a ti que te enamoras de cualquier cosa, que conociste al imbécil nº 543897, y siempre dices "este sí, ¡el mejor!" y ¿qué haces? dejas el móvil encendido 24 horas al día esperando que te llame y si tienes que hacer otras cosas te aguantas. Durante una semana te vistes como una reina, crees ciegamente que te va a llamar y sonríes por cualquier estupidez con cara de tonta, te pones perfume a diario y te peinas cada 5 minutos, porque tú sabes que te va a llamar, y suena el teléfono y la sonrisita sale de tu cara y miras la pantalla con la misma cara de tonta y sigues esperando porque no es él, pero no te importa, pero como ves que pasa el tiempo y no te llama ¿qué haces? Lo llamas y no contesta porque está haciendo las cosas que tú no hiciste por esperar su llamada, y todavía no te conformas, le mandas un mensaje y te dices "¡este no falla seguro que lo lee!" y ahí te quedas esperando a que le de la puñetera gana de contestártelo y todo para que el subnormal no tenga saldo, pero tú le entiendes piensas que al llegar a casa te habrá mandado un e-mail. Y subes a tu casa corriendo, y enciendes el ordenador para ver el e-mail que creíste que te mandaría pero no hay ninguno, ni siquiera de las cadenas de maldiciones... y te enfadas, más bien te encabronas... le insultas y le dices todas las barbaridades que sepas a los 4 vientos, y ¿qué haces? te dices a ti misma "a este no le contesto nunca, se va a arrepentir toda su vida" y ...suena el teléfono y ahí está el mensaje que esperaste TODA la semana, ahí parpadeando la pantallita y ¿qué haces? LE CONTESTAS. ¿Estás tonta? ¿sabes lo que te va a pasar? te va a decir que estuvo ocupado, que se tiró toda la tarde estudiando, que estaba entrenando, que tenía un parcial, que no durmió en toda la semana por estudiar, que se le olvidó el móvil en casa de un amigo, que lo apagó un rato, que no tenía cobertura... y claro, le vas a creer y ¿sabes por qué? Por tonta, por estar ciegamente enamorada de él. Fue un error enamorarte, amiga. Y quedas con él y esperas su llamada por la noche para que te pregunte cómo has llegado, y esperas un rato largo y así mil veces y ¿sabes por qué? Por tonta, por pensar que cambiaría, por no decir ¡basta ya!, ¡hasta aquí hemos llegado!

Para que no te rompan el corazón, finge que no tienes.


Aprendí que tus sonrisas son las más bonitas cuando soy yo quien las provoca, que tus ojos bajo el sol en un día primaveral son más azules, que el sonido de tu voz varía dependiendo con quién hables. También aprendí a leerte la mente, suena absurdo, sí, aprendí a saber lo que ibas a decir antes de que abrieras la boca. Incluso aprendí a reconocerte entre tanta gente, por tu manera de caminar, quizás, por las tonterías que haces constantemente, pero que a mí me hacen reír. Que los roces de tu mano y la mía, hacían acelerar las pulsaciones, y que tus abrazos eran los más reconfortadores. También aprendí las cosas que te hacían enfadar de mí, las que más odiabas, para guardarlas muy dentro, en un sitio donde no nos molestasen. 
Aprendí que las cosas sólo ocurren una vez, que cuidado con subir, porque cuanto más alto, más duele al caer. Y que puede que sí, que sea perfecto, pero todo se termina. Un día uno de los dos se cansa y ese es el principio del fin. Las discusiones, los berrinches, los celos, las palabras que no deberían haber salido nunca de tu boca. 
Que los enamorados llaman eterno a lo pasajero, que el amor sólo es bonito cuando es correspondido y sobretodo que, cuando se acaba, te sientes morir. 
-Yo no te pregunto si te gusta. Yo te hablo de amor. ¿Y tú me dices que te gusta y que es guapa? ¿Guapa? No te estoy preguntado si te gustan sus labios suaves, ni sus ojos chispeantes. No. Lo que quería que me dijeras, es que la quieres. Que te gusta todo de ella. Sus defectos. El sabor de sus lágrimas cuando no puede más. El olor de su pelo cuando la abrazas para besarla en el cuello. Y cuando yo digo la palabra amor, no lo asocies con otro tipo de palabras, por favor. No me interesa saber cuántas veces compartes noche con ella. No me interesa. Hay unas palabras para hablar de ella, ninguna palabra que sea falsa. Ni una de esas viejas palabras que hayas oído en algún cine. No así... A veces no hay palabras. Sólo miradas. Gestos. Más miradas. Luego una sonrisa. Que dura porque tienes tu mano puesta sobre su piel. Porque en su bolsillo has encontrado un papelito que ponía 'Te quiero' mientras ella se daba la vuelta. Porque los días pasan demasiado rápido cuando ella está allí y cuando no quieres que se marche, porque no puedes soltar su mano. No quieres. Y cuando piensas, pero no le dices, que cada minuto sin ella es inútil. E incluso cuando parece que no va bien. Cuando sus ojos se humedecen, aparecen las lágrimas. En el momento de una discusión, cuando te lanza palabras horribles, gritos de odio. Entonces perdónala. Y empieza desde cero. Y dile, o mejor, grítale 'te quiero'. Como ves no es juego, pero eso es el amor. ¿Ves? De esto es de lo que te hablo...

dissabte, 17 de març del 2012


Cuando estoy contigo me siento distinta, me siento buena, me siento mejor persona, por eso no puedo dejar de quererte, no puedo aunque lo intente, aunque lo intente con todas mis ganas. No voy a ser capaz nunca. Si ahora mismo cayese una bomba atómica aquí y se lo llevase todo por delante, pero a mí me pillase abrazada a ti, me daría igual, me daría lo mismo.